El tubo de acero corrugado remachado es una solución duradera y versátil para aplicaciones de drenaje, alcantarillado e infraestructuras. Fabricado con precisión, se construye utilizando placas de acero laminado en caliente de alta resistencia y cuenta con un robusto diseño remachado para mejorar la integridad estructural. Nuestros tubos de acero corrugado remachados pueden personalizarse en forma, tamaño y tratamiento anticorrosión para satisfacer las exigencias de las diversas condiciones del emplazamiento y los requisitos de los clientes.
Especificaciones
- Material de base: Placa de acero laminado en caliente Q235 o SS400
- Formas de sección: Redonda, ovalada, arqueada
- Diámetro exterior: Rangos de 500 mm a 12000 mm
- Espesor: 2mm a 8mm
- Parámetros de onda:Distancia de onda * Profundidad de onda (mm): 150*25, 200*55, 150*50, 150*65, 300*110, 400*180
- Nivel de presión: 0,1 - 6,0 MPa
- Vida útil: ≥100 Años
Tratamientos anticorrosión Para garantizar la longevidad y la resistencia, ofrecemos soluciones anticorrosión avanzadas adaptadas al entorno:
- Galvanización en caliente: Recubrimiento de zinc con un espesor de ≥84μm para una excelente resistencia a la corrosión.
- Protección secundaria contra la corrosión: Revestimientos conservantes adicionales, como revestimientos asfálticos o poliméricos, para una mayor durabilidad en condiciones difíciles.
Diseño y construcción personalizados Ofrecemos soluciones totalmente personalizadas para satisfacer los requisitos específicos de cada proyecto, incluidos el tamaño, la forma y las condiciones del emplazamiento de la tubería. Ya sea para sistemas de alcantarillas, redes de drenaje o proyectos de construcción especiales, nuestro equipo garantiza un diseño óptimo y una ejecución sin problemas.
Aplicaciones
- Alcantarillas de carretera y ferrocarril
- Sistemas de drenaje de aguas pluviales
- Túneles de conducción de agua
- Estructuras de cimentación
- Rehabilitación de infraestructuras
Los tubos de acero corrugado remachados ofrecen una solidez inigualable, resistencia a la corrosión y una vida útil superior a 100 años, lo que los convierte en una opción fiable para soluciones de infraestructuras a largo plazo.